Montag, 1. März 2010

Providencia

Eine Skizze aus meinem Tagebuch von der letzten Reise nach Chile, gezeichnet vom 10. Stock eines Wohnblocks in Providencia, Santiago de Chile.
Heute habe ich mit dem Sohn der Familie gesprochen, die dort lebt - der erste telefonische Kontakt, der zustande kam nach dem Erdbeben in Chile. Weisst du noch, sagte er, die Kuppel des Kirchturms von Unserer Lieben Frau von der Göttlichen Vorsehung, die du von unserem Balkon aus gezeichnet hast? Gibts nicht mehr, die Kuppel, ist alles am Boden jetzt. - Und deine Familie? - Mein Vater ist hier, aber meine Mutter vermissen wir noch, die war nämlich in Dichato, weisst du, und die ganze Küste dort im Süden wurde praktisch weggespült, wir machen uns grosse Sorgen. - Dann sagte er: Jetzt bebt's wieder - und ich hörte im Hintergrund das Geräusch klirrenden Glases. Du kannst dir keinen Begriff davon machen, wie's jetzt hier ist, sagte er. Nein, sagte ich, es ist unvorstellbar.

Nuestra Señora de la Divina Providencia en Santiago. Hoy hablé por teléfono con el hijo de la familia desde cuyo balcón hice este dibujo en mi último viaje a Chile (el primer contacto telefónico que logré, luego de cientos de intentos a muchos números de amigos y familiares). Se acuerda, tía, de la cúpula que dibujó en su diario de viaje, cuando estuvo aquí la última vez? ya no existe, está todo por el suelo. Y tu familia? mi padre está acá, conmigo, pero aún necesitamos saber de mi mamá, andaba en Dichato, sabe, y con el mar que entró y no teniendo noticias estamos muy preocupados. Oiga tía, está temblando de nuevo, son las réplicas. Pude sentir un ruido como de tintineo de vidrios a través del teléfono. - Usted no se hace ninguna idea, tía, de como estamos aquí. No, le dije, no me lo puedo ni imaginar.

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